Los beneficios del té para la salud y cómo disfrutarlos
El té es una de las bebidas más consumidas en el mundo, después del agua. El té se obtiene de la planta Camellia sinensis, que se cultiva en diferentes regiones y se procesa de distintas formas para obtener los diversos tipos de té: verde, negro, blanco, oolong, rojo o pu-erh. Cada uno tiene sus propias características y beneficios para la salud, que han sido demostrados por numerosos estudios científicos. En este artículo te contamos cuáles son los principales beneficios del té y cómo puedes preparar algunas recetas sencillas y deliciosas para aprovecharlos. Tambien puedes preparar un delicioso té piña a partir de su cáscara.
.png "10 beneficios del té para la salud y cómo disfrutarlos - ¡Qué Buen Dato!")
{getToc} $title={Tabla de Contenido}
10 beneficios del té para la salud
Mejora la función cerebral y la inteligencia.
El té contiene cafeína, que es un estimulante que bloquea un neurotransmisor inhibidor llamado adenosina y aumenta la actividad de las neuronas y la concentración de otros neurotransmisores como la dopamina y la noradrenalina. Esto se traduce en una mejora del humor, el control, el tiempo de reacción y la memoria. Además, el té verde contiene un aminoácido llamado L-teanina, que puede cruzar la barrera hematoencefálica y aumentar la actividad del neurotransmisor inhibidor GABA, que tiene efectos anti-ansiedad. La L-teanina también aumenta la producción de ondas alfa en el cerebro, que se asocian con un estado de relajación y alerta. La combinación de cafeína y L-teanina puede tener un efecto sinérgico en el cerebro, mejorando el rendimiento cognitivo y la atención.
Ayuda a vivir más y mejor.
Un estudio realizado en China con más de 100.000 personas encontró que beber té al menos tres veces por semana se asociaba con una mayor esperanza de vida y una menor tasa de mortalidad por todas las causas, especialmente por enfermedades cardiovasculares y cerebrovasculares. Los investigadores sugieren que esto se debe a los antioxidantes presentes en el té, como las catequinas, que protegen a las células del daño oxidativo y previenen el envejecimiento prematuro.
Previene el sobrepeso y la obesidad.
El té puede ayudar a controlar el peso corporal por varios mecanismos. Por un lado, tiene un efecto termogénico, es decir, que aumenta el gasto energético y la quema de grasas. Por otro lado, puede reducir el apetito y la ingesta calórica, al estimular la producción de hormonas saciantes como la colecistoquinina (CCK) y la leptina. Además, puede mejorar la sensibilidad a la insulina y regular los niveles de azúcar en sangre, evitando los picos y las caídas que provocan antojos de alimentos dulces o grasos.
Mejora la salud cardiovascular.
El té tiene efectos beneficiosos sobre el sistema circulatorio, al reducir los niveles de colesterol LDL (malo) y triglicéridos, e incrementar los niveles de colesterol HDL (bueno). También previene la formación de coágulos sanguíneos, al inhibir la agregación plaquetaria y mejorar la función endotelial, que es el tejido que recubre los vasos sanguíneos y el corazón. Así, el té puede disminuir el riesgo de sufrir infartos, angina de pecho o accidentes cerebrovasculares.
Previene algunos tipos de cáncer.
El té contiene polifenoles con propiedades anticancerígenas, como las catequinas o los taninos. Estos compuestos pueden actuar de diferentes formas para prevenir o inhibir el crecimiento de las células tumorales, como, por ejemplo: inducir la apoptosis (muerte celular programada), inhibir la angiogénesis (formación de nuevos vasos sanguíneos que alimentan al tumor), bloquear la activación de factores de transcripción (proteínas que regulan la expresión de genes relacionados con el cáncer), o modular el sistema inmunológico. Algunos tipos de cáncer que se han asociado con un menor riesgo por el consumo de té son: el de mama, el de próstata, el de colon, el de vejiga, el de ovario y el de piel.
Protege la salud dental.
El té puede prevenir la caries y las enfermedades periodontales, al inhibir el crecimiento de las bacterias que causan la placa dental y la producción de ácidos que erosionan el esmalte. También puede reducir la inflamación y el sangrado de las encías, al mejorar la respuesta inmune y la cicatrización. Además, el té contiene flúor, que es un mineral que fortalece los dientes y previene las caries.
Previene problemas respiratorios.
El té puede aliviar los síntomas de algunas afecciones respiratorias, como el asma, la bronquitis o la rinitis alérgica, al relajar los músculos bronquiales y reducir la inflamación y la secreción de moco. También puede prevenir las infecciones respiratorias, al estimular la producción de anticuerpos y mejorar la resistencia a los virus y las bacterias.
Previene el deterioro cognitivo.
El té puede retrasar o prevenir el declive cognitivo asociado con el envejecimiento o con enfermedades neurodegenerativas como el Alzheimer o el Parkinson. Esto se debe a que el té tiene efectos neuro protectores, al prevenir el estrés oxidativo y la inflamación en el cerebro, mejorar la circulación sanguínea cerebral, modular los niveles de neurotransmisores y proteger las neuronas del daño o la muerte.
Previene el glaucoma.
El glaucoma es una enfermedad ocular que se caracteriza por un aumento de la presión intraocular, que puede dañar el nervio óptico y provocar pérdida de visión. El té puede prevenir o retrasar la aparición del glaucoma, al reducir la presión intraocular y mejorar el flujo sanguíneo ocular. También puede proteger las células de la retina del estrés oxidativo y la apoptosis.
Previene la diabetes tipo 2.
El té puede prevenir o mejorar la diabetes tipo 2, al mejorar la sensibilidad a la insulina y regular los niveles de glucosa en sangre. También puede prevenir las complicaciones asociadas con la diabetes, como las enfermedades cardiovasculares, renales o nerviosas.
5 recetas de té para disfrutar sus beneficios
A continuación te presentamos algunas recetas sencillas y deliciosas para preparar diferentes tipos de té e infusiones, que puedes tomar en cualquier momento del día.
Té verde con limón y miel
El té verde con limón y miel es una bebida refrescante y saludable, que combina los beneficios del té verde con los del limón y la miel. El limón es rico en vitamina C y antioxidantes, que refuerzan el sistema inmunológico y previenen las infecciones. La miel es un endulzante natural que tiene propiedades antibacterianas, antiinflamatorias y cicatrizantes.
Para preparar esta receta necesitas:
- 1 taza de agua
- 1 cucharadita de té verde
- El jugo de medio limón
- 1 cucharada de miel
Instrucciones:
- Calienta el agua hasta que hierva y retírala del fuego.
- Añade el té verde y deja reposar durante 3 minutos.
- Cuela el té y agrégale el jugo de limón y la miel.
- Disfruta caliente o frío.
Té negro con leche y canela.
Esta receta es perfecta para empezar el día con energía y buen humor. Solo tienes que calentar una taza de leche (puede ser vegetal) y añadir una cucharadita de té negro y una pizca de canela. Deja infusionar unos minutos y endulza al gusto.
Té blanco con jengibre y naranja.
Esta receta es excelente para depurar el organismo, mejorar la digestión y reforzar el sistema inmune. Solo tienes que calentar una taza de agua y añadir una cucharadita de té blanco, un trozo de jengibre pelado y rallado y unas rodajas de naranja. Deja reposar unos minutos y cuela.
Té oolong con manzana y menta.
Esta receta es deliciosa para refrescarse, hidratarse y quemar grasas. Solo tienes que calentar una taza de agua y añadir una cucharadita de té oolong, unas rodajas de manzana y unas hojas de menta. Deja reposar unos minutos y sirve frío o con hielo.
Té rojo con vainilla y cardamomo.
Esta receta es exótica y aromática, ideal para relajarse y disfrutar. Solo tienes que calentar una taza de agua y añadir una cucharadita de té rojo, una vaina de vainilla abierta y unas semillas de cardamomo machacadas. Deja infusionar unos minutos y endulza al gusto.
Contraindicaciones del té
Aunque el té es una bebida saludable, también tiene algunas contraindicaciones que conviene tener en cuenta:
- El té contiene cafeína, que puede causar nerviosismo, insomnio, taquicardia, irritabilidad o ansiedad si se consume en exceso o en personas sensibles. Se recomienda no tomar más de 4 tazas al día y evitarlo por la noche o si se padece hipertensión, arritmias o úlceras.
- El té puede interferir con la absorción del hierro, el calcio y otros minerales si se toma junto con las comidas. Se recomienda tomarlo entre horas o acompañarlo con alimentos ricos en vitamina C, como el limón o la naranja, para mejorar la asimilación del hierro.
- El té puede interactuar con algunos medicamentos, como los anticoagulantes, los antibióticos, los antidepresivos o los diuréticos. Se recomienda consultar con el médico antes de tomar té si se está bajo tratamiento farmacológico.